CASAL MALLORQUÍ es su referente para su casa sostenible y ecológica en Mallorca
Para alcanzar una temperatura confortable, las casas pasivas consumen anualmente un 90% menos de energía que una casa convencional. Esto hace superfluos los sistemas habituales de calefacción y refrigeración, cuyo consumo energético es mucho más elevado.
¿Por qué elegir una casa pasiva en Mallorca?
Hay quienes la eligen porque es el concepto de construcción más responsable y respetuoso con el medio ambiente. Pero hay otra razón esencial para elegir una casa pasiva: el confort que usted y sus seres queridos experimentarán cuando vivan en ella.
Es un hecho probado. Las casas pasivas son más prácticas y confortables que las casas realizadas según los métodos de construcción tradicionales.
Al fin y al cabo, lo que ansiamos de una casa es vivir cómodamente en ella y disfrutar de todas sus habitaciones sin que existan cambios de temperatura. Una casa que sea, sobre todo, una experiencia placentera.
El modelo de las casas pasivas es la aplicación eficaz de los principios físicos de la construcción.
La gran cantidad de casas pasivas ya construidas y en uso en todo el mundo, además del crecimiento exponencial de este modelo de construcción en la actualidad, son una prueba irrefutable de su eficacia.
Hay, sin embargo, una prueba mucho más valiosa: la satisfacción de quienes viven en una casa pasiva. El confort no deja indiferente a nadie.
Su vida cambiará positivamente cuando viva en una casa pasiva
Sin corrientes de aire ni cambios bruscos de temperatura entre estancias y gracias a su estanquidad se reduce el riesgo de enfermedades y alergias.
El grosor de los muros contribuye a un mejor aislamiento acústico. Las casas pasivas son casas silenciosas donde la inexistencia de ruido exterior le permitirá un descanso libre de insomnio y estrés.
El sistema de ventilación con recuperación de calor sustituye los sistemas convencionales de calefacción y refrigeración y funciona mediante un intercambio constante de aire.
El tiempo de construcción de su casa pasiva puede reducirse considerablemente si opta por una estructura prefabricada y una capa de pared térmica de madera.
Una casa pasiva le ahorra tiempo a largo plazo porque reduce las necesidades de calefacción y refrigeración en un 90%. En una casa estándar de 200 m², el coste del consumo medio anual es de 3.000€ aproximadamente. En una casa pasiva, el coste se reduce a 300€ / año.
En ocasiones, una casa convencional sufre humedades debido a una ventilación insuficiente o la existencia de puentes térmicos. La hermeticidad de la construcción de una casa pasiva acaba con los problemas de condensación y mantiene alejada la temida humedad.
Imagine vivir en una casa que mantiene una temperatura agradable todo el año y apenas consume energía
Las casas pasivas necesitan muy poca energía para calentarse,
ya que solo generan calor cuando es necesario. En muchos casos, el calor residual que emite un horno al cocinar, una tostadora, un ordenador, una bombilla o la propia luz del sol es suficiente para caldearlas, lo que asombra a quienes habitan por primera vez en una casa pasiva.
Las casas pasivas requieren una energía primaria para calefacción y refrigeración de solo 15 kWh/m² por año. Puede que estas cifras no le digan nada a primera vista, pero son increíbles si tiene en cuenta que una casa convencional consume cerca de un 90% más. Un ahorro en su factura de la luz incuestionable
En invierno es habitual que en una misma estancia de la vivienda haya diferentes temperaturas: una más fría cerca de las ventanas y paredes de la fachada y otra más cálida hacia el interior. A diferencia de las casas tradicionales, las casas pasivas mantienen una diferencia térmica mínima entre la zona interior de la estancia y el área cerca de las ventanas y paredes que dan al exterior. Esto permite usar todo el espacio como un lugar de lectura o relajación.
Una de las mayores ventajas de las casas pasivas, además de su bajo consumo energético, es la calidad del aire interior. No hay olores, concentración de CO2, polen o acumulación de polvo en las tapicerías, cortinas, muebles, etc. En una casa pasiva se crea un microclima y un ambiente ‘aséptico’, limpio y libre de contaminantes que mejora la calidad de vida de sus habitantes, especialmente de quienes sufren asma, alergias o problemas respiratorios.
La casa pasiva recambia todo el volumen de aire al menos cada 3 horas. Esto evita la concentración de CO2, y también de vapor de agua, que en última instancia puede provocar la aparición de humedad en el interior de la vivienda. Por eso, las ventanas de las casas pasivas no se empañan como las de una casa tradicional, sino que mantienen una humedad óptima muy importante para la salud de sus ocupantes. En una humedad relativa superior al 60%, ácaros, moho y bacterias se multiplican y pueden causar problemas respiratorios. En cambio, si la humedad relativa es inferior al 40% puede provocar sequedad y deshidratación cutáneas.
En una casa pasiva todas las estancias alcanzan la misma temperatura. Esto evita las molestas diferencias de temperatura entre habitaciones o al salir de la ducha. Gracias a esta perfecta temperatura, puede moverse libremente sin sentir ni frío ni calor.
Una casa pasiva tiene un grado óptimo de hermeticidad. La temperatura estable y la ausencia de corrientes de aire y filtraciones del exterior hacen de cualquier estancia de la vivienda un lugar ideal para practicar ejercicio.
El sistema de ventilación de una casa pasiva intercambia el aire constantemente. Esto significa que olores molestos, humos o partículas nocivas de productos de limpieza, pinturas o barnices o no sean inhalados por los residentes.
Por increíble que parezca, una habitación de 20 m2 en una casa pasiva puede calentarse con el calor corporal de 4 ocupantes.
De hecho, las casas pasivas son tan eficientes que pueden mantener el confort interior a una temperatura de 21ºC con un consumo equivalente al de una bombilla de 65 vatios, lo que supone una gran independencia energética y la protección frente a las fluctuaciones del precio de la electricidad en el mercado.
Una casa pasiva se calienta y enfría con un mínimo consumo de energía.
Para calentarse en invierno, la vivienda aprovecha al máximo las condiciones metereológicas y se beneficia eficazmente del sol, las fuentes de calor internas y la recuperación de calor del sistema de ventilación. De este modo, se mantiene una temperatura superior a 20ºC.
En verano, se utilizan técnicas de refrigeración pasiva como el uso estratégico de zonas de sombra o el enfriamiento preliminar del aire de impulsión para mantenerlo agradablemente fresco. Así, aunque haga mucho calor en el exterior, se mantiene una temperatura inferior a 25ºC en el interior.
En nuestros proyectos seguimos los 5 principios básicos del código de construcción alemán para una casa pasiva:
La envolvente de una casa pasiva debe impedir el paso incontrolado del aire. Por eso, prestamos máxima atención a su compacidad.
El sistema de construcción que utilizamos favorece la formación de una envolvente continua y reduce al mínimo los puntos conflictivos donde pueden producirse corrientes de aire o puentes térmicos. Esto garantiza el correcto sellado y, por tanto, una eficiencia energética óptima.
Las ventanas y puertas de una casa pasiva están equipadas con doble o incluso triple acristalamiento.
Su ubicación y orientación permite el mejor aprovechamiento de los rayos solares cuando puertas y ventanas están cerradas y la ventilación natural cuando están abiertas.
En invierno, la radiación solar calienta la vivienda, mientras que en verano el método de refrigeración pasiva bloquea esta radiación y evita el calentamiento. Por tanto, un clima interior natural y agradable durante todo el año está garantizado.
Un puente térmico es una rotura o punto débil en la superficie aislante de la envolvente de un edificio, lo que provoca en su interior una pérdida de calor en invierno o un aumento de la temperatura en verano. También puede causar condensación, humedad o la aparición de moho.
Para evitar estos problemas, una casa pasiva se diseña cuidadosamente para garantizar que toda la envolvente esté completa y permanentemente sellada.
Gracias al sistema de construcción en general y en particular a la elección del aislamiento, grosor y continuidad, conseguimos una eficiencia energética y un confort excepcionales.
Gracias al doble o triple grosor del aislamiento, la pérdida de energía a través de fachadas, ventanas, suelos y tejados es mínima y se mantiene una temperatura cercana a los 20ºC. La alta calidad de este aislamiento evita los puentes térmicos o filtraciones de aire. Además, es la solución perfecta para evitar la contaminación acústica procedente del exterior.
El sistema de ventilación mecánica de las casas pasivas es un factor esencial para mantener la temperatura adecuada durante todo el año.
El funcionamiento es sencillo. Por un lado, un sistema de filtros limpia el aire entrante y saliente antes de su acceso al interior de la casa. Por otro, y según la estación del año, se realiza un intercambio de calor entre al aire entrante y el saliente para calentar o enfriar la vivienda.
La ventilación mecánica beneficia la salud de los habitantes de la casa y garantiza la longevidad del edificio porque impide la aparición de condensación, moho, etc.
Cada casa está diseñada para aprovechar al máximo las condiciones climáticas y geográficas de su ubicación.
La orientación y el diseño de las aberturas de la fachada son esenciales para un balance energético positivo.
Por tanto, al construir una casa pasiva en Mallorca buscamos la mejor orientación para la incidencia de los rayos solares en la vivienda, la dirección predominante del viento, etc.
En invierno, los rayos del sol tienen una mayor inclinación, mientras que en verano llegan casi verticalmente. Esto significa que, en el hemisferio norte, la mejor orientación para una casa es el sur.
Por eso diseñamos las fachadas con grandes aperturas y superficies acristaladas orientadas hacia el sur,
que actúan como colectores de calor y radiadores naturales en invierno, justo cuando más se necesita.
En verano, el exceso de calor solar en el interior se impide creando zonas de sombra con toldos, pérgolas o verandas y con elementos naturales como árboles y enredaderas. Estas estratégicas zonas de sombra protegen la casa de los rayos de sol y la mantienen fresca.
La respuesta es no.
Es importante distinguir entre una casa pasiva y otra que tenga la certificación de casa pasiva.
El Passive House Estándar es la certificación energética más estricta y de mayor crecimiento en el mundo. Es secreto de su éxito es simple: cumple lo que promete. Por eso, las casas que deseen obtener este sello de calidad oficial deben satisfacer los exigentes requisitos del Passive House Institute.
Esta diferenciación es importante porque la certificación oficial garantiza el cumplimiento de los requisitos de alta eficiencia energética y, además, las viviendas certificadas tienen un mayor valor en el mercado inmobiliario.
Casal Mallorquí puede contruir su casa con certificación oficial si lo desea.
No, las casas pasivas no se calientan solas.
No, pero están diseñadas y construidas para que el aislamiento, el sistema de ventilación mecánica y ciertos elementos exteriores, retengan el calor y se calienten con una fuente de calor mínima. Lo mismo ocurre con el enfriamiento.
Las casas pasivas se calientan o enfrían con un mínimo coste energético y consiguen un máximo confort.
Por supuesto que puedes abrir las ventanas.
Pero en la práctica, casi no es necesario.
El sistema de ventilación mecánica con recuperación de calor renueva y limpia completamente el aire de la vivienda en dos o tres horas. El aire que se respiran los ocupantes de la casa es, por tanto, de mayor calidad que el del exterior.
Una casa pasiva ahorra el 90 % de los costos de calefacción y refrigeración.
Es habitual recuperar el coste adicional de construcción de una casa pasiva antes de que hayan transcurrido 10 años. Aunque el coste de la construcción de una vivienda depende de muchos factores (zona, calidades, dimensiones, etc.), los sobrecostes de una casa pasiva oscilan entre un 5% y un 10%.
Sin embargo, es necesario hacer la distinción entre precio y valor. Si bien el precio de construcción de una casa pasiva puede ser más costoso desde el punto de vista económico, vivir en una casa pasiva le proporcionará un beneficio inigualable en términos de confort y calidad de vida.
El estándar de casa pasiva ha demostrado ser muy eficiente tanto en climas fríos como cálidos,
ya que están equipadas con un sistema de doble ventilación que permite enfriar el aire de una habitación de una manera muy sencilla y eficiente. El resultado es una temperatura ideal incluso durante los días más calurosos de verano en Mallorca.
Las casas pasivas se pueden construir con los mismos materiales utilizados en la construcción de las casas tradicionales (cemento, hormigón y acero), con materiales de origen natural como la madera, o con una combinación de ambos.
En Casal Mallorquí damos respuesta a las necesidades individuales de cada promotor para construir una casa pasiva, tanto si prefiere materiales tradicionales como una cubierta exterior de madera.
En ambos casos, el resultado final será una vivienda confortable con un excelente aislamiento porque la elección del material no es determinante ni para conseguir la máxima eficiencia energética.
La elección de una estructura de madera no afectará, tampoco, la estética interior ni exterior de la vivienda.
Sin embargo, no todas las opciones son igualmente respetuosas con el medio ambiente. En este sentido, la estructura de madera es, sin duda, la mejor opción. No se debe olvidar que la madera es un material 100% reciclable y sostenible, por lo que su uso reduce drásticamente nuestra huella de carbono.
Las fuentes de energía térmica más importantes en las casas pasivas son los rayos del sol, los electrodomésticos, la luz artificial y el calor corporal.
Factores como el material y grosor de las paredes o el aislamiento de ventanas, suelo y techo permiten mantener una temperatura constante y evitan que el calor se transfiera del interior al exterior en invierno o viceversa en verano.
Normalmente esto no es necesario.
La casa pasiva disipa el calor a través de sistemas que enfrían y evitan el sobrecalentamiento. Estos mecanismos, como la orientación de la vivienda, aprovechamiento de vegetación y planificación de zonas de sombra con pérgolas y marquesinas ayudan a reducir la temperatura interior.
El aislamiento y la ubicación de puertas y ventanas minimizan el uso de aire acondicionado. También se puede aprovechar la ventilación cruzada durante la noche para mantener la temperatura óptima durante el día en el interior de la vivienda.
Desde el 31 de diciembre de 2020 todas las viviendas de nueva construcción deben ser de bajo consumo energético.
Y las leyes para proteger el medio ambiente serán más cada vez estrictas, incluso en casas ya construidas.
En regiones de países como Alemania, Bélgica y Austria ya es obligatorio construir edificios públicos según esta normativa.
Si usted da el primer paso ahora y construye una casa pasiva, preparada para el futuro, se ahorrará la preocupación de tener que adaptarla a la nueva legislación dentro de unos años. Es una excelente oportunidad de ahorrarse molestias, tiempo y dinero.
Vea por qué una casa pasiva se construye más rápido que una casa tradicional a través del siguiente video sobre nuestro proyecto en Cala Murada
Correo electrónico:
info@casalmallorqui.com
Teléfono:
+(34) 667 626 823
Owning a home is a keystone of wealth… both financial affluence and emotional security.
Suze Orman